Previo al ejercicio del Santo Triduo tenia lugar junto a la Parroquia el Acto Penitencial con el que nos preparábamos a vivir intensamente no solo los cultos en honor a Nuestra Madre sino la Semana de Pasión previa a la Pascua de Resurrección. El acto penitencial comenzaba a las 21:00 horas con una ambientación y la lectura de un pasaje del Evangelio que nos ayudaría a interiorizar el momento, tras el cual se lanzaban al aire preguntas a modo de reflexión mientras los sacerdotes impartían el sacramento de la reconciliación a cuantas personas lo solicitasen. Terminaba el acto con una oración comunitaria.
El miercoles 13 de abril, daba comienzo el Triduo, estando preparado litúrgicamente por el colectivo de los costaleros y por la agrupación musical de la Hermandad. Para la ocasión el equipo de priostría había instalado un altar efímero ante el retablo de la parroquía constando de varias alturas sobre el que se ubicaba Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad atabiada con la saya de Don Juan, el manto verde que bordase la recordada Magdalena Cardador y un tocado de blonda, en el pecho lucía el corazón atravesado por puñales que recientemente la Hermandad ha restaurado devolviéndole todo el explentor de antaño, el exorno floral lo componían varias jarras de astromelias blancas.
La liturgia del segundo día del Triduo estuvo preparada por el colectivo de las costaleras y el grupo joven.
EL Viernes de Dolores es sin duda un día especial para la Hermandad, una jornada intensa en la que celebramos la Fiesta de Regla y Nuestra Titular nos espera en solemne y devoto besamanos desde las 11:00 horas de la mañana hasta minutos antes de comenzar la Eucaristía. Para la ocasión la imagen de la Virgen de la Soledad bajaba del altar mayor para situarse en el presbiterio escoltada por cuatro grandes hachones de madera y ataviada con la saya blanca que bordase el taller de la Hermandad en 2004 sobre la que se encontraba el fajín que recientemente le ha sido donado, el manto granate igualmente bordado en oro y un tocado de tableado con dos tipos de mantillas, sobre el pecho lucía puñal dorado y un juego de alfileres en oro que al igual que el corazón atravesado la Hermandad ha restaurado recientemente. En el altar mayor de forma alegórica se encontraba el trono de la Virgen, símbolo de su realeza.
A las 21:00 horas daba comienzo la solemne misa de Fiesta de Regla presidida pro nuestro capellán don Juan Caballero siendo preparada litúrgicamente por los miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad. Durante la Eucaristía se hizo entrega de la medalla y el título de cofrade a los hermanos que ingresaban este año en la Hermandad, un total de 58; del mismo modo se hacía entrega del báculo al Hermano Mayor Honorario, Don Enrique Muñoz Pozuelo y la medalla de honor a la Hermana Mayor de Honor, Doña Maria Teresa Caballero Cejudo.
Al termino de la Fiesta de Regla la Agrupación Musical de nuestra Hermandad ofrecía el tradicional concierto, interpretando varias marchas incluidas dentro de su repertorio.
La asistencia de devotos fue considerable con respecto a años anteriores lo cual hay que agradecer y desear que en próximos años se repita.