Comenzaba la cena con las palabras de nuestro Hermano Mayor que invitaba tras el Triduo a Nuestra Madre a continuar trabajando unidos, viviendo intensamente los días en los que nos encontrábamos, seguidamente tomaba la palabra el párroco de San Sebastián que dirigía una oración para comenzar posteriormente con la apetitosa cena que nos habían preparado.
Como es tradicional a lo largo de la cena se procedió al sorteo de los numerosos regalos que habían sido donados por diferentes empresas colaboradoras, se trato de un sorteo de los más animado en el que participaron todos los asistentes sin que nadie se quedase sin su correspondiente regalo.
Seguidamente se procedió a la entrega de un cuadro de recuerdo a nuestro Hermano Mayor Honorario y a la Hermana Mayor de Honor, se hizo lo propio con la hermana cofrade que este año cumplía 50 años de permanencia interrumpida en nuestra Hermandad.
Respecto a las distinciones a costaleras hay que resaltar la dedicada a Maria Luisa por su dilatada permanencia bajo la trabajadera de la Santa Cruz en el Monte Calvario.
Posteriormente los asistentes a la cena pudimos disfrutar de la interpretación por parte de varios miembros del Camino Neocatecumenal de los tradicionales Cantos de Pasión.
Esperemos que esta actividad no decaiga y que podamos vernos muchos años más, pues es un momento muy importante para relacionarnos y hacer hermandad.