martes, 28 de mayo de 2013

Jesús Sacramentado procesionará por la calle "Nuestra Señora de la Soledad"

Este jueves, 30 de mayo, la Iglesia Católica celebramos la festividad del Corpus Christi, también conocida como la fiesta de la Eucaristía, la solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor. Al tratarse de un día laborable la comunidad cristiana de Pozoblanco la celebramos en común el domingo siguiente a la festividad, siendo por tanto este año el domingo 2 de junio del presente año.
 

Con motivo de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el próximo jueves comenzarán los cultos preparatorios a la festividad del Corpus Christi los cuales tendrán lugar en la Parroquia de Santa Catalina con un carácter interparroquial, concluyendo el domingo con la Santa Misa y la procesión con Jesús Sacramentado por la calles de nuestra ciudad en la que participará una representación corporativa de nuestra Hermandad.

Dentro del recorrido que seguirá el cortejo procesional, al igual que lo viene haciendo en los últimos años, la comitiva pasará por la puerta de nuestra Casa de Hermandad, con la novedad de que este año Jesús Sacramentado discurrirá por la calle "Nuestra Señora de la Soledad" tras la inauguración y bendición de la misma el pasado mes de septiembre. Como es tradición se decorará la calle para recibir y acoger la procesión de la Santa Forma Consagrada. Se elaborará una alfombra de sal y se instalará el tradicional altar a la puerta de nuestra Casa de Hermandad.
Para la decoración de la calle se ha quedado a partir de las 10:00 horas de la mañana del próximo domingo en la Casa de Hermandad, siendo una actividad abierta a todas las personas que quieran acompañarnos. Se trata de un fantástico día de fraternidad y convivencia. A la hora de la comida se realizará un merecido descanso donde compartir el almuerzo, llevando cada persona un plato que se pone en común para degustarlo conjuntamente entre todos.

Anímate a participar de esta festiva actividad, celebrando que Nuestro Señor Jesucristo mantiene una presencia real entre nosotros, cumpliendo así la promesa de Jesús de Nazaret.