Como habíamos anunciado,
el pasado domingo 14 de septiembre, Nuestra Madre la Virgen de la
Soledad, salía por las calles de Pozoblanco para el rezo del Santo
Rosario. Esta celebración y la Eucaristía que se celebró al
finalizar el rezo del Rosario, se realizaban para conmemorar las
festividades de la Exaltación de la Santa Cruz, día 14 de
septiembre, y la de Nuestra Señora de los Dolores, día 15 de
septiembre.
Desde bien temprano los
fieles se fueron congregando en la Parroquia para acompañar a
Nuestra Madre, rezando el Rosario. Poco después de las ocho de la
mañana daba comienzo el rezo desde el Altar, para que poco a poco y
la comitiva saliera por el portón de la Parroquia hacia la calle
Nuestra Señora de la Soledad.
La comitiva fue creciendo
en cantidad, puesto que muchos de los fieles que aguardaban en sus
casas se iban añadiendo tras el paso de Nuestra Madre. El respeto y
la sencillez fueron las notas predominantes durante todo el
recorrido.
Al margen de la bonita
estampa que nos regala los primeros rayos de sol cuando iluminan la
cara de Nuestra Madre, lo más bonito es como un grupo de fieles se
unen en hermandad, junto a su Madre, para rezar.
Una vez finalizado el
Rosario, los actos continuaron con la celebración de una Solemne
Eucaristía, que estuvo amenizada por el coro de la Parroquia.
Debemos de destacar, el ofrecimiento que nos hacía D. Anibal para
que se realice el rezo del Rosario en familia, puesto que ello ayuda
en muchos de los problemas que hoy en día afectan.
Finalizado los actos, en
la Casa de Hermandad se invitó a los asistentes a chocolate y
exquisitos dulces, preparado con mucho cariño por fieles de Nuestra
Madre.