Al término de la misma, la cuadrilla se reunió para hacer un análisis del trabajo realizado en la Estación de Penitencia del Viernes Santo.
Ya, por fin, al tercer año, se pudo conseguir sacar a la calle a Nuestra Señora, por lo que, tanto costaleros y costaleras, como el resto de los colectivos de la Hermandad estaban bastante satisfechos.