Los sellos una vez limpios, ordenados y catalogados se venden a coleccionistas para con el dinero que se saca, sufragar los gastos en los distintos trabajos que se realizan en los lugares de misión.
La comunicación con las misioneras y misioneros de la diócesis de Córdoba es constante, contabilizándose en la actualidad más de trescientos; son el motor que los mueve y los mas importantes en la tarea que desde la delegación se lleva a cabo, ya que sin ellos no sería posible el colaborar a cumplir el mandato de Jesús: "Id por todo el mundo".
En nuestra Casa de Hermandad se ha instalado un recipiente donde poder depositar los sellos para una vez reunidos una cantidad suficiente ser enviados a la Delegación.
Para un buen uso del sello es recomendable que se recorte con uno o dos centímetros alrededor del perímetro del mismo.
Pida colaboración entre tus amistades y en los centros que frecuentes, se trata de una forma muy sencilla de colaborar con algo realmente importante.