

Entre las numerosas anécdotas se habló sobre la negativa y reticencia de la Junta de Gobierno a sacar la Virgen a costaleros, los numerosísimos ensayos del principio, las dificultades de los mismos, la dureza y satisfacciones de aquellas procesiones, las entradas y salidas, "el giro de la Marta", el frio de la carretera, las numerosas Saetas que se cantaban a Nuestra Titular, el cambio a la nueva Carrera Oficial...
El acto se prolongó durante dos horas y media aproximadamente, quedando en el tintero muchas otras experiencias que permanecerán en la memoria de todos los que las vivieron y compartieron.

A la mañana siguiente todos los hermanos y hermanas que han pasado por las trabajaderas junto a sus familiares se reunian en la Parroquía de San Sebastián para ante Nuestra Señora de la Soledad compartir una celebración de la Palabra dirigida por nuestro párroco. Al finalizar la celebración se pasaba a inmortalizar al grupo en diversas fotografías.
Tras las instantáneas tomadas todos se desplazaron a la Caseta denominada del Organillo, en la que tuvo lugar la comida de rememoración de los 20 años, teniendo un gran éxito de asistencia y prolongándose durante toda la tarde y noche del sábado.
