Desde hace unas semanas los jóvenes de toda la Diócesis de Córdoba tenían una cita clave para el pasado 19 de febrero, la denominada “Misión Juvenil”, de la cuál informamos en nuestro blog en su momento.
Los jóvenes cofrades de Pozoblanco se unían para asistir a la convocatoria del Señor Obispo para comenzar a calentar motores de vistas a la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará (D.m.) en Madrid en el próximo mes de agosto.
Un total de ocho cofrades pertenecientes al Grupo Joven de nuestra Hermandad se desplazaron a Córdoba para vivir la intensa jornada que se había preparado.
Tras depositar en una de las Capillas de la Catedral los báculos y el Banderín de Juventud que portarían en la procesión de la Inmaculada por la tarde, asistían al recibimiento de Don Demetrio Fernández en el Patio de los Naranjos, para a continuación dirigirse a la Plaza de las Tendillas donde transcurrirían la mayoría de los actos programados entre los que se encontraban conciertos y teatros. En la mencionada plaza también se encontraban distintos stand para poder obtener información, comprar algunos recuerdos y depositar los alimentos no perecederos que los asistentes habían llevado para colaborar con la “Operación Kilo”.
Durante toda la mañana la Iglesia de la Compañía se encontraba abierta con el Santísimo expuesto a la veneración; en las distintas bancas se repartían un gran numero de sacerdotes para ofrecer el Sacramento de la reconciliación.
Una vez entrada la tarde y tras un teatro que visualmente explicaba el rezo del rosario los jóvenes se desplazaban en procesión acompañando a la Titular de Gloria de la Hermandad del Santo Sepulcro a la Santa Iglesia Catedral para asistir a la Eucaristía presidida por el Señor Obispo y concelebrada por más de medio centenar de sacerdotes entre los que se encontraba nuestro párroco Don José María Peguero Calderón.
Tras la Eucaristía daba comienzo la Solemne Procesión de vuelta de la Inmaculada acompañada de representantes de todos los grupos jóvenes asistentes a la jornada entre los que se encontraban los pozoalbenses, que por motivos meteorológicos se vieron obligados a salir del cortejo en mitad del recorrido.
Se trató de un día muy fructífero para todos los asistentes, en los que compartieron inquietudes con miles de jóvenes manifestando públicamente que nuestra iglesia es una iglesia viva y que sus jóvenes están comprometidos con ella.