El "Padre Patera" dejó un huella imborrable en nuestra Hermandad
El pasado viernes 13 de enero, víspera de la celebración por la Iglesia Católica de la inmigración, nos visitaba el Hermano Don Isidoro Macías Martín, popularmente conocido como "Padre Patera" debido a su especial dedicación con los inmigrantes que cruzan el estrecho de Gibraltar buscando un futuro digno.
Se trataba de una esperada visita, la cual había despertado una gran expectación, no en vano no todos los días podemos escuchar de propia voz el testimonio y la experiencia de una persona de la categoría y valía del Hermano Isidoro.
Poco antes de las once de la mañana llegaba a nuestra localidad para dirigirse hasta la Emisora local de ABC Punto Radio Pozoblanco, donde acompañado por Hermano Mayor de nuestra Hermandad y del vocal de Formación de la misma, fue entrevistado por Don Antonio Manuel Caballero para su programa "Protagonistas Los Pedroches", durante la entrevista repaso algunas de sus experiencias a la vez que daba algunas pinceladas sobre lo que acontecería esa misma noche en nuestra Sede Canónica. Tras la entrevista en la radio se dirigieron hasta las dependencias de la Televisión Local, Canal54, donde fue entrevistado por parte de Don Antonio Arévalo Santos para los servicios informativos de esa misma mediodía. A continuación pasearon por distintas calles de nuestra localidad para seguidamente almorzar con diversos miembros de la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad.
A las 19:30 horas asistió a la Celebración de la Santa Misa en la Parroquia de San Sebastián donde tras la proclamación del Santo Evangelio por parte de nuestro consiliario, el cual ocupaba la Sagrada Cátedra, el Hermano Isidoro dirigió unas palabras a todas las personas asistentes, especialmente a aquellas que debido a la avanzada edad no podrían asistir a la Charla-Coloquio que se desarrollaría una hora después.
A las 21:00 horas daba comienzo con una oración por parte del párroco Don Jorge Antonio Asensio, la Charla-Coloquio "Testimonio del Padre Patera", tras la oración y la bienvenida tomaba la palabra el Hermano Mayor de nuestra Hermandad, Don Moisés Antolín Serrano, para agradecer en primer lugar al Hermano Isidoro su presencia entre nosotros, así como su labor y disposición para ayudar a todas aquellas personas que lo necesitan, sin importarle condición social, sexo, religión o nacionalidad; hacia lo propio con las numerosas personas que se habían dado cita en el templo. Tomaba la palabra en este momento el vocal de formación de nuestra Hermandad, Don Joaquín Sánchez, para repasar la biografía de Don Isidoro Macías, así como los reconocimientos que ha recibido a lo largo de más de cuarenta años, a continuación daba comienzo la ponencia de Don Isidoro Macías, el cual citaba un pasaje del Santo Evangelio donde se nos recordaba que todos somos hermanos independiendo del lugar de origen de cada uno. Tras la lectura evangélica procedía a una breve presentación, donde despojándose de cualquier reconocimiento, resumía su descripción como "un hombre que intenta vivir intensamente el Evangelio". Continuaba la ponencia con la proyección de un audiovisual donde se mostraba la dureza de la realidad de la inmigración en la actualidad. Tras el video el Hermano Isidoro compartió con los emocionados asistentes su experiencia en un tono de humor y esperanza que confesaba intentaba no perder a pesar de todos los malos momentos que había vivido. Manifestó la importancia de los laicos en la Iglesia, invitando a todos ha no hacer caridad sino justicia como a él le gusta llamarlo, proporcionando distintas maneras sencillas de conseguirlo, especialmente con la compañía, el calor humano, una crisis que es aún más dura que la económica. Igualmente compartió con todas las personas congregadas que no podemos olvidarnos de la ley del amor, ésa es la verdaderamente importante para todos los seres humanos, sean cristianos o no, todos somos personas y todos sentimos necesidad de amar y ser amados. Seguidamente se estableció un pequeño espacio para el coloquio donde poder responder las dudas de los congregados. Finalizaba esta parte con la visualización de un video igualmente sobre la dura realidad de la inmigración, pero esta vez la crudeza y el dolor del primero daban paso a la esperanza con una hermosa canción de Chambao, con una profunda carga simbólica en la letra. Tras la charla-coloquio propiamente dicha el Hermano Mayor de Nuestra Hermandad hacía entrega de un cuadro con la imagen de Nuestra Titular como recuerdo y agradecimiento al Hermano Isidoro Macías. Acto seguido llegaba el momento más intenso de la noche, momento que consiguió terminar de brotar el sentimiento y la emoción que durante el acto todos habían intentado acallar, el Padre Patera tomaba la palabra para, dentro de las posibilidades que la emoción le permitían dirigir unas palabras y con ellas, donar a la Santísima Virgen la cruz blanca de madera que desde la fundación de la Congregación de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca le ha acompañado sobre el pecho durante más de cuarenta años, una cruz cargada de simbolismo y fuerza para su persona, como manifestó y como todos los asistentes pudieron comprobar, una cruz a la que se ha aferrado cuando la desesperanza estaba a punto de ganarle la partida, "siempre ha estado sobre mi pecho, me ha protegido y me ha dado esperanza y Fe, ahora quiero que la tenga la Virgen de la Soledad, para que sea Ella la que como hasta ahora me siga protegiendo bajo su manto". La cruz se la entregó a nuestro Hermano Mayor que tras recibirla se fundió en un fraternal abrazo con el hermano Isidoro. Tomaba a continuación la palabra Don Moisés Antolín Serrano, con una evidente emoción para agradecer el importante gesto y comunicar lo hornada que se sentía la Hermandad la cual cuidará y mimará con sumo cuidado y cariño la cruz blanca del Padre Patera, siendo portada por Nuestra Señora de la Soledad en ocasiones especiales como Ella y el Hermano Isidoro se merecen. Una vez concluido el acto, con una oración dirigida por el párroco Don Jorge Antonio Asensio, el Padre Patera permaneció un largo tiempo dedicando numerosos libros sobre su vida que estaban puestos a la venta, los cuales se agotaron rápidamente.
Aproximadamente dos horas después del inicio de la Charla-Coloquio "Testimonio del Padre Patera" se cerraba el Templo de San Sebastián, tras vivir una jornada que quedará marcada en todos aquellos que tuvieron la oportunidad de vivirla en primera persona. Al principio del templo, junto a la cancela de entrada se dispuso una mesa donde numerosas fueron depositando su donativo tanto económico como por medio de alimentos y productos para bebés, los cuales fueron entregados al Hermano Isidoro para colaborar en el desarrollo de su labor.
Tras el acto todos los asistentes se desplazaron a la Casa de Hermandad donde pudieron disfrutar de momentos de confraternización alrededor del hermano Isidoro Macías, el cual se realizó innumerables fotos con todas las personas, especialmente con los más pequeños.