lunes, 26 de abril de 2010

Perol de Costaleros

El pasado sábado, día 24 de Abril, se celebró el Perol de Costaleros. En un día marcado por el buen tiempo, el grupo comenzó a llegar sobre las 13:30 horas al campo de los Costaleros. Juan Antonio Torres y Francisco Fabios brindaron para celebrar el día de convivencia.


Desde unas horas antes, anfitriones y miembros de la Comisión de Costaleros, así como nuestro amigo Enrique, comenzaban a preparar las viandas que, posteriormente, servirían de alimento para los invitados y sus familias. Gracias a estos preparativos, los costaleros eran recibidos por el agradable aroma que desprendía la extraordinaria paella, rica en mariscos, que estaba preparando Enrique.


Después de una agradable aparcería, y una vez que todos habían llegado, llegó el momento de repartir la paella y, como no podía ser de otra manera, estaba incluso mejor de lo que su aroma parecía indicar. Prueba de ello, es que algunos se encargaron de que no quedara ni un solo grano de arroz.




Durante la comida


Los peques también se lo pasaron "de lo lindo". No faltaron las chuches y alguno que otro hizo sus pinitos en equitación.



Momento de las chuches


Unos intrépidos jinetes

Durante la sobremesa, cuando se reposaba la suculenta comida y el postre que nos había confeccionado Raquel, los más pequeños habían preparado una sorpresa para todos: tenían previsto realizar una procesión que, con la ayuda y algunos consejos de los mayores, dieron una nota de color a la tarde y noche, y no sólo se conformaron con una simple procesión, sino que adornaron con flores el improvisado paso de la Cruz.

Imitando a los mayores (pricipios quiere la cosa)

El paso de la Cruz adornado con flores

Cuando llegó la noche, nuevamente Enrique se puso el delantal y, esta vez, cambiando la paellera por la plancha, volvió a deleitar a todos con un poco de carne y algún que otro langostino.


Lo que no faltó, fue el momento de dar la "bienvenida" a los nuevos Costaleros. Este año, lejos de ser novatadas de mal gusto, fueron momentos donde todos disfrutaron, incluso los propios afectados.

Los novatos

Sobremesa