Minutos antes de las 21:30 horas de anoche se comenzaban a dar cita numerosos hermanos costaleros con la ilusión de asistir a la "igualá" y primer ensayo de la cuadrilla de Nuestra Amantísima Titular, una cita muy esperada no solo para las personas que componen la cuadrilla sino para toda la Hermandad.
A la hora señalada todos los asistentes se trasladaban a Nuestra Sede Canónica para orar ante la Santísima Virgen de la Soledad, agradeciéndole la oportunidad de ser sus pies el próximo Viernes Santo, solicitándole su intercesión para que todos los ensayos transcurran adecuadamente. Tras la oración, Don Aníbal Miller Cantero, párroco de San Sebastián dirigía unas palabras a los costaleros, reflexionando primeramente sobre el tiempo litúrgico de la cuaresma, invitando a que reflexionemos sobre nuestro papel en la vida, en el trabajo, la familia, Hermandad, etc; con el deseo de que durante los ensayos reine un sentido de fraternidad y servicio a la Hermandad y la Iglesia, recordando que no somos más que hijos al servicio de la Madre, donde Ella debe ser siempre la protagonista y donde Ella misma nos ofrece el privilegio de ser sus pies.
Tras la oración y las palabras del párroco, los componentes de la cuadrilla se realizaron una fotografía de recuerdo ante la Virgen de la Soledad.
Una vez en las dependencias de la Hermandad se repartieron los correspondientes costales, fajas y zapatillas, procediendo a continuación a igualar a los costaleros por parte del capataz y su equipo de auxiliares.
Una vez realizada la "igualá" tomaba la palabra Don José Somoza, capataz del paso de palio para dar las correspondientes directrices y consejos con los que desarrollar los ensayos en forma correcta. Junto a las palabras técnicas animaba a los costaleros a disfrutar del hermoso servicio que iban a realizar, el gran honor de llevar a la Señora sobre su cuello.
A continuación los costaleros ocupaban su correspondiente lugar dentro de las trabajaderas para tras la llamada del capataz realizar la primera "levantá" de este año, con la que el paso quedaba listo para salir a la calle y realizar las primeras "chicotás" de los ensayos del presente año a pesar de la débil lluvia que caía en nuestra localidad a esa hora. La ilusión y el compañerismo era mayor y por fin el paso encaminaba hacía la calle Nuestra Señora de la Soledad. La lluvia se fue intensificando lo que provocó que a la altura de la fachada principal del templo, el paso tuvo que retornar sobre sus pasos hasta el interior de la cochera.
Una vez finalizado el ensayo, los costaleros disfrutaron de momentos de esparcimiento y fraternidad en la Casa de Hermandad, donde compartir la alegría y la experiencia de haber desarrollado el primer ensayo de la cuadrilla del paso de palio de Nuestra Excelsa Titular, que aunque frustrado en parte por las inclemencias meteorológicas dejó una gratísima sensación entre todos los costaleros que ya esperan deseosos llegue la próxima cita en la que se desarrollará el segundo ensayo.